
Ganador categoría ilustración, paisaje Sonoro Rionegro – Lucas Fabián Naranjo Moren
“No es sino sentarse y partimos”
Lo vi una mañana lluviosa,
De esas frías, pero resplandecientes,
En las montañas verde intenso,
Donde a lo lejos el humo, la industria y el arribismo se divisan.
Con sus
botas bien puestas
Para cruzar el pantanero,
Muy madrugado,
Llega a
la casa de la abuela.
¡Ester vengo por los tamales!
Y al pueblo, Pablo llevará 50.
Allá se los entregará a Berta,
La socia
de la abuela para que los venda.
Desde que cantó el gallo, ella está organizando el puestecito.
Así, que, Pablo alista el Pichirilo, monta los tamales y emprende
el camino.
La abuela
me dice: «Él dichoso, si va a comerse uno gratis y le pagamos el
trabajito».
Trocha,
pantano, perros detrás del carro.
Fincas lujosas, casas unidas, dos o más pisos,
Música a todo volumen, vías pavimentadas, trago, chorizos y
empanadas.
Caballos
trasnochados y la iglesia del parque.
Baja del carro y de frente se encuentra con Andresito:
«No es sino sentarse y partimos».
¡Ah! pero no hablaba sólo del dinero que le debe, también
del
tamal, porque comer solo es pecado.
Descargó los tamales, los acomodó para la venta, y de inmediato
Berta:
– “¿Descogiendo los tamales?, El que mucho descoge lo peor se
lleva”.
–
Jajajajaja ¿Cuál tiene más carne?
Por fin eligió, Andresito también.
Berta le
paga, menos se demoró el dinero en desaparecer.
Mientras desayunan, pasa un vendedor con una carretilla llena de
murrapos,
¡A mil
ocho!, ¡a mil setecientos se lo pongo pue´! ¿Cuántos necesita? no se puede
bajar porque hasta el guacal se pierde.
Logra vender algunos.
La mañana
se siente, el mercado se vive, ¡gracias al señor! ¡A la orden! ¡Íuíuíuíuíu uí
uí! ¡trrr trrr trrr!
¡Andresito chico! ¡Ay!
bendito domingo, al menos acá arreglarán la carretera y yo quedé sin deudas.
Ganadora categoría Texto corto, paisaje Sonoro Rionegro – Alexandra Duque Torres